Por primera vez la inversión publicitaria digital ha superado la de la televisión convencional. Es momento de replantear la estrategia de publicidad para sacar el máximo rendimiento. Hay que buscar el soporte perfecto para colocar la publicidad.
El último informe de Media Scopen ha revelado que las compañías invirtieron durante el año 2019 más en las plataformas digitales que en la televisión, que hasta ahora había liderado el ranking. Según este estudio de empresa de Scopen, el 97% de las compañías entrevistadas apuestas por el digital, versus el 74% que escogen la televisión generalista, invirtiendo solo el 32% de sus presupuestos publicitarios. Estas cifras nos deben hacen reflexionar sobre hacia donde se enfoca la publicidad, como poder llegar a evolucionar y cambiar con nuevas plataformas o tecnologías, y sobretodo, como podemos generar la mejor estrategia para garantizar un retorno con nuestra inversión publicitaria.
Estas variaciones en la inversión solo se entienden teniendo en cuenta que los hábitos de consumo de la gente están cambiando (como siempre), y ahora miran hacia el entorno digital y seguramente hacia las plataformas de pago. Esto no quiere decir que la publicidad en medos impresos, en la televisión, o la radio, por ejemplo, sean inútiles, nada más lejos de la realidad. Lo que el informe quiere plasmas es que los usuarios y las empresas miran hacia el entorno digital, pero esto siempre es una visión generalizada, no vale para todo el mundo. Solo hay que encontrar el apoyo perfecto para colocar la publicidad.
Como siempre, para tener éxito en este mundo de la comunicación, es imprescindible realizar una buena estrategia, que tenga en cuenta a quien nos dirigimos, qué queremos conseguir, porque no todas las plataformas funcionan igual y hay que encontrar la que se ajusta mejor. Definir hacia donde van los esfuerzos publicitarios de una empresa o entidad no es fácil, por suerte siempre se puede contar con profesionales que entienden mejor hacia donde se mueve el mercado, que especificidades tiene nuestro público y donde lo podemos encontrar. De poco sirve, por ejemplo, comunicar en redes sociales para un público que no tiene perfil de Facebook, o pagar una campaña de televisión si queremos llegar a gente que se informa en buscadores.